Érase una vez…. unos bizarros montañeros, dopados hasta las orejas de hidrógeno, en concreto, 2 partes de hidrógeno por cada parte de oxígeno (el resto era lúpulo y cebada) que, contentos y saltarines, se disponían a pasar un agradable fin de semana montañero por la zona de la Alta Ribagorza.
el equipo preparado para la salida
Nuestra aventura comenzó el viernes 27 de julio, cuando salimos con el coche desde la ardiente Zaragoza y, tras 10 kms de maltrecha pista forestal, atravesar mares de ovejas y cabras y después de pasar un túnel de km y medio, llegamos a la presa de Llauset. Tras aparcar la “Merche” de nuestro compañero Pablo y ponernos las botas para comenzar la marcha, bordeamos el lago de Llauset y subimos los 200 m que nos separaban del refugio de Cap de Llauset, a orillas del ibón del mismo nombre.
ibón sobre el refugio de Cap de Llauset
El sábado 28, madrugamos para aprovechar el fresquito mañanero. Sincronizamos relojes, repasamos el itinerario y separamos el grupo en dos partes. Pablo iría hacia el collado dels Estanyets y la collada de Llauset, con unas vistas increíbles hacia los ibones de la Val. El resto de la expedición, subimos hacia el collado de Vallibierna, bordeando los ibones del mismo nombre que el cerro y dejando el ibón Chelat a la derecha, a los pies del imponente Vallibierna (3059m), cuya cresta recorrimos entre un mar de montañeros/as, para hacer cima antes de las 11.00 h.
Tras un análisis de la situación, decidimos evitar el expuesto Paso del Cavall para usar un camino más bajo. Tras una pequeña trepadita alcanzamos la cima del pico Culebras (3020 m). Contar con las vistas sobre el macizo del Aneto-Maladeta al norte, sobre el valle de Vallibierna y la estación de Cerler al oeste, el valle de Castanesa al Sur, y ya al este, los Besiberris y el parc d’Aiguestortes….no tiene precio.
cumbre Vallibierna y cumbre Culebras
Después de descansar cuerpo y alma un rato conveniente admirando semejante paisaje, nos dimos cuenta que la bajada era por zona de piedra suelta, bastante resbaladiza, donde hacía falta prestar atención a los desprendimientos de piedras. Bajando con cuidado llegamos al collado de Llauset y de ahí ya hacia el pantano, no sin antes hacer una merecida parada para comer y echar una siestecita en la hierba.
Paso del Caballo con Vallibierna al fondo
Paso del Caballo
El domingo, y siempre bien dirigidos por las indicaciones de nuestro sherpa Pablo, emulamos su sugestivo recorrido para seguir el GR11 hacia Salenques, alcanzar el collado de Cap de Llauset sobre su ibón y subir la tuca de Cap de Llauset (2854 m). Desde allí, la vista sobre el pico Russell y los ibones semi-helados de la Vall era soberbia. A partir de ese punto, la ruta de vuelta ya era toda cuesta abajo, volviendo al collado de Estanyets y bajando por un conjunto lacustre que termina en la increíble pradera d’Angliós. Aún nos quedaba la subida del coll d’Angliós, que nos devolvía en pocos metros al pantano de Llauset, inicio de la excursión, al que llegamos con la satisfacción de haber pasado, como siempre, unos días estupendos con un tiempo espectacular y una compañía aún mejor. Hay que repetir.
coll d´Angliós
Montañeros: Juan Aranda, Jorge Badía, Javier Cervera, Pablo Marquina.