Los pies planos en la montaña

REDACCIÓN RETO 16 CIMAS, con la colaboración de Juan Carlos Montero Arroyo, vocal de Publicidad, Comunicación y Redes de COPOMA

“Se define como una disminución en el arco ó bóveda plantar que produce una huella aplanada. En algunas ocasiones, éste puede ser de tipo fisiológico, es decir, cuando posee una buena flexibilidad en sus estructuras músculo-tendinosas, así como un buen tono de las mismas. Sin embargo, en otras ocasiones, puede ser patológico, lo que significa que presenta rigidez y una disminución en el tono de la musculatura propia del pie”. Así definen desde el Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA) en qué consiste tener el pie plano.

Los pies planos en la montaña. Estos marcan el equilibrio

Muchos de vosotros, ‘dieciseiscimeros’, amantes de la montaña y del turismo activo, presentáis este problema o conocéis a alguien que lo tenga. Por ello, y porque queremos que este sea un espacio de ayuda para el cuidado de nuestros pies, los podólogos nos informan a continuación todo lo que hay que saber acerca de los pies planos en la montaña.
Nuestros pies marcan el equilibrio de nuestro cuerpo y, si se da una posición aplanada en ellos, podremos desarrollar otro tipo de problemas a nivel de nuestras rodillas, tobillos, caderas o zona lumbar. En la montaña nuestros pies son nuestras herramientas de trabajo, ya que se tienen que adaptar continuamente a las diferentes características del terreno, así como aportar una posición equilibrada al resto del cuerpo. En el caso de algunos tipos de pie plano, conseguir este equilibrio se verá dificultado, pudiendo producirse sobrecargas y lesiones tanto en el pie como en el resto del cuerpo. Por otra parte, un pie plano generalmente es un pie con un exceso de pronación, lo que puede, principalmente, aumentar la inestabilidad o las sobrecargas en nuestros pies y en nuestras rodillas.
“Un pie plano es un pie con un exceso de pronación, lo que puede aumentar la inestabilidad o las sobrecargas en nuestros pies y en nuestras rodillas”. Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid
Cuando practicamos deporte de montaña y tenemos un pie plano, existe alguna posibilidad más de sufrir ciertas lesiones en los pies. En primer lugar, una de las más frecuentes es la fascitis plantar (inflamación del tejido que cubre la planta del pie).
Otra sería la metatarsalgia (sobrecarga de carácter mecánico de la zona de carga metatarsal). Por otro lado, también pueden darse alteraciones a nivel de la primera articulación metatarso falángica del pie, como las sesamoiditis. En último lugar, también podrían darse unidas a otros problemas en la musculatura de la pierna, como tendinopatías a nivel del tendón de Aquiles o del músculo tibial posterior.
Cnick para Pixabay
Para prevenir estas complicaciones es fundamental acudir a la consulta de Podología, donde nos realizarán un estudio de nuestros pies con el objetivo de realizar actuaciones encaminadas a minimizar los riesgos de lesión de los pies planos en la montaña.
“Un pie plano no nos tiene que quitar la pasión por practicar nuestro deporte de montaña. Si realizamos un cuidado diario de los pies, utilizamos un calzado idóneo, realizamos visitas a la consulta de Podología de manera habitual y usamos las plantillas podológicas, podremos disfrutar de nuestras rutas por la naturaleza”. Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid
En este contexto, sería muy recomendable en la infancia acudir al profesional de Podología para realizar un diagnóstico de un pie plano (sobre todo cuando no es flexible o fisiológico). Sobre todo, con el objetivo de aplicar lo más precozmente posible un tratamiento mediante plantillas Podológicas, que mejorarán la marcha y evitarán lesiones futuras en nuestro aparato locomotor. Para concluir, es importante decir que, la problemática derivada de un pie plano no nos tiene que quitar la pasión por salir a practicar nuestro deporte de montaña.
 Si realizamos un cuidado diario de nuestros pies, utilizamos un calzado que tenga las características idóneas para desempeñar nuestra actividad, realizamos visitas a la consulta de Podología de manera habitual y usamos las plantillas podológicas que nos prescribirá el profesional de Podología, podremos seguir disfrutando de nuestras rutas por la naturaleza, y por lo tanto, de los pies planos en la montaña.