La importancia de unos pies sanos para practicar practicar senderismo y otros deportes de montaña

El cuidado previo que debemos darle a nuestros pies, las dolencias más habituales y cómo elegir el calzado adecuado son algunos temas que los profesionales de la Podología hablaron con RETO 16 CIMAS

MARÍA JOSÉ NÚÑEZ.- Redacción RETO 16 CIMAS

Practicar senderismo y conquistar cimas requiere de una buena base: ¡nuestros pies! Y es que, a pesar de que muchas veces son los grandes ‘olvidados’, estos son quienes marcarán nuestros pasos, quienes ofrecerán resistencia según cuáles sean las condiciones en las que nos encontremos, y en definitiva, los pies serán los que pisarán el terreno que nos va a llevar a la cumbre, y en definitiva, a nuestro destino.

Vista la importancia del cuidado de los pies para nuestro RETO, nos pusimos en contacto con los expertos en la materia: los podólogos. Y éstas fueron las conclusiones a las que nos hicieron llegar. ¡Toma nota!

Cuidados previos para los pies antes de emprender una sesión de senderismo por la montaña

Es importante mantener en buen estado los pies antes de una sesión de senderismo”, recalcan desde el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad de Madrid (COPOMA), quienes también nos explicaron que, en primer lugar, los pies deben estar bien hidratados. Para ello, al menos una semana antes de la actividad, debemos insistir mucho en este tema, pues una piel hidratada tendrá una buena elasticidad que será importante para los pies en la montaña.

También será necesario que los pies estén libres de callos, problemas ungueales, clavos o durezas que puedan alterar la pisada disminuyendo el equilibrio corporal. Es necesario acudir a la consulta de podología previamente en caso de sufrir alguno de estos problemas.

Por último, insisten en que la práctica de senderismo puede empeorar ciertas dolencias en el pie como una fascitis plantar, una metatarsalgia o algún tipo de tendinopatías, por lo que siempre es recomendable solventar cualquier problema de tipo mecánico o inflamatorio antes de realizar esta actividad, pudiendo ser una buena alternativa la utilización de plantillas podológicas.


De qué manera sufren los pies cuando vamos a la montaña

Un factor importante de la montaña es la diversidad en cuanto a los diferentes terrenos. Nuestros pies tienen que adaptarse a entornos cambiantes, por lo que un pie con una biomecánica poco estable va a sufrir más pudiendo sobrecargarse y lesionarse durante la ruta. Es muy importante pisar con estabilidad, ya que los pies son la base que proporciona el equilibrio al resto de nuestro cuerpo. En caso de inestabilidad, habría que valorar cuál es el motivo y proporcionar el tratamiento más adecuado.

Es muy importante pisar con estabilidad,

ya que los pies son la base que proporciona el equilibrio al resto de nuestro cuerpo”

Lesiones de pies más comunes en gente que practica montañismo

Hay varias lesiones típicas del pie en la montaña: esguinces por un mal equilibrio, procesos inflamatorios como la fascitis plantar -por una sobrecarga continuada-, o lesiones en la piel, como heridas o ampollas, por un calzado poco preparado o no apropiado para las necesidades del terreno.

Esguinces, fascitis plantar y heridas

o ampollas son las lesiones más típicas del pie en la montaña

Tipo de calzado para unos pies protegidos

En general, podemos decir que el calzado más apropiado será aquel que dé una buena estabilidad y una adecuada sujeción al pie, una buena traspiración y una buena capacidad de aislamiento térmico”, detallan desde COPOMA. Además, hay que evitar el exceso de roce en diferentes zonas de presión y tener una suela que no resbale, con una suficiente absorción de impacto y con un peso no excesivo.

Podemos decir que el calzado más apropiado será aquel que dé una buena estabilidad

y una adecuada sujeción al pie, una buena traspiración y una buena capacidad de aislamiento térmico”


Concienciación sobre la importancia de un buen calzado

Las personas que realizan senderismo de manera habitual, como norma general, sí tienen conciencia de la importancia de utilizar un calzado adecuado para sus pies”, aseguran los podólogos de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, en personas que empiezan a practicar deporte de montaña, suele pasar todo lo contrario. En este sentido, tal y como indican, es importantísima la utilización de un calzado adecuado para minimizar, en la medida de lo posible, el riesgo de sufrir lesiones y accidentes en la montaña.

Los pies de los niños y su cuidado

En cuanto a los más pequeños, básicamente sugieren las mismas recomendaciones que en el caso de los adultos. Eso sí, “en ellos, si cabe, es más importante aún la sujeción y la seguridad que aporte el calzado para el pie”, añaden, pues debemos considerar que los niños tienen mayor flexibilidad en sus articulaciones pero menor tono en sus músculos, por lo que el calzado no debe ser muy pesado. Además, sus pies están en proceso de crecimiento y no hay que abusar de calzados que puedan omprimir ciertas articulaciones o que no dejen libertad en los movimientos, para asegurar su buen crecimiento. Es decir, la elección del calzado es clave, siendo primordial que sea de buena calidad, cuente con una correcta protección y sujeción y, sobre todo, que sea de la talla adecuada y se adapte bien al pie.

En los niños es más importante aún la sujeción

y la seguridad que aporte el calzado para el pie”

ENTREVISTA

Rafael Navarro, secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España
Por otra parte, RETO 16 CIMAS entrevistó a Rafael Navarro, Secretario General del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos y presidente del Colegio de Podólogos de Aragón, quien nos ofreció más detalles al respecto con el fin de que estemos preparados para que nuestros pies no sufran y tengamos una travesía perfecta por la montaña. 

-¿Cómo debemos preparar los pies antes de practicar senderismo?

Es fundamental cuidar la piel y uñas de nuestros pies, ya que es la barrera que nos protege del medio externo. El podólogo inspeccionará el estado de la piel del pie comprobando su integridad, la existencia de grietas o hiperqueratosis (durezas). Las durezas o los callos se originan por una sobrecarga mecánica debido a una biomecánica incorrecta. Las durezas pueden ser motivo de aparición de ampollas, por lo que deben ser tratadas por un podólogo antes de salir a la montaña. Las grietas, ya sea en el espacio interdigital o en los talones, pueden alertarnos de la existencia de una patología dérmica como son los hongos. 

En cuanto a las uñas, debemos revisar el corte adecuado de éstas (en forma cuadrada). Una biomecánica incorrecta de nuestros pies puede incidir en el estado de nuestras uñas, curvándolas en exceso o aumentando su grosor, por traumatismo repetido. Ante ello, el podólogo tratará estas uñas. Siempre debe ser el podólogo quien trate estas patologías de la piel y uñas de nuestros pies. 

Y qué mejor que terminar el cuidado de nuestra piel que con la aplicación de una crema específica para pies. El principal objetivo de ésta debe ser la duración en el tiempo. Cuanto mejor es la crema más tiempo permanece hidratada la piel y nos aportará esa película aceitosa que evitará la aparición de ampollas, por ejemplo. 


Si la biomecánica de nuestros pies es correcta y el estado de la piel es el normal no tienen porque darse patología alguna por mucho que andemos” (Rafael Navarro, Secretario General del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos y presidente del Colegio de Podólogos de Aragón)

-¿Cuáles son las dolencias más habituales?

Es importante destacar que si la biomecánica de nuestros pies es correcta y el estado de la piel es el normal no tienen porque darse patología alguna por mucho que andemos. La aparición de ampollas, hematomas subungueales, grietas interdigitales, sudoración excesiva, etcétera, vienen precedidos siempre de una patología previa. 

-Pautas que debemos seguir en la elección del calzado y los calcetines. 

Va a depender mucho del terreno por donde andemos, la época (invierno o verano) y el tipo de pie que tengamos. Una bota proporciona mayor estabilidad y sujeción que una zapatilla de montaña, por tanto, es más idónea para un tipo de pie pronado o plano, por ser éste muy inestable. La suela debe proporcionar el agarre idóneo y la dureza de ésta será menor para la utilización en verano que en invierno (necesario para la colocación de granpones) y con un tacón de 2-3 cm. Llevar muy plana la suela puede conllevar sobrecarga de la musculatura posterior de la pierna y otras patologías como la fascitis o fasciosis plantar. Mejor si se emplean materiales traspirables tipo Goretex que favorecen la traspiración siendo, al mismo tiempo, impermeables al agua, con plantilla extraíble que favorece la colocación de plantillas, a medida prescritas por el podólogo cuando existe una biomecánica incorrecta. 

En cuanto a la elección del calcetin, vendrá dada también por la época del año, pero la traspiración debe ser el principal objetivo de un calcetín (que siempre esté seco). Para ello, el mejor material empleado en su confección es el sintético, capaz de evacuar la humedad. Se puede combinar con otros tejidos como lana o algodón, pero nunca deben ser al 100 % de algodón. Esta fibra acumula la humedad y no la evacua hacia el exterior, por lo que una vez mojado, el calcetín se arruga y esto motiva la aparición de ampollas. Así, en invierno podemos llevar una fibra tipo thermolite en combinación con lycra, y en verano, una fibra tipo coolmax en combinación también con lycra. En lo que al calzado se refiere, es mejor ir a comprarlo por la tarde cuando el pie está más dilatado. Deberá ser un centímetro más largo que la talla de nuestro pie y es muy importante que sea igual de ancho que nuestro pie. Para ello, podemos sacar la plantilla de la bota y compararla con la anchura del pie. Al mismo tiempo, la puntera deberá ser capaz de alojar a los dedos con la suficiente holgura; sobre todo, en los dedos deformados en garra muy común en los pies cavos.

Respecto a los niños, es fundamental vigilar la talla del calzado, debiendo ser la bota un centímetro más larga que el pie, y por último, vigilar el buen atado de ésta.

CONCLUSIONES SOBRE LOS PIES EN LA MONTAÑA:

 

1. Llevarlos bien hidratados
  1. Pisar con estabilidad.
  2. Usar un tipo de calzado y de calcetín adecuado.
  3. Prestar atención también a las uñas.
  4. No descuidar el calzado de los niños, pues ellos están en proceso de crecimiento.

OTROS ARTÍCULOS DE SALUD:

¿Por qué debemos hacer deporte en lugar de llevar una vida sedentaria?

Beneficios psicológicos de practicar senderismo