El Consejo General de Colegios de Podólogos ofrece una serie de recomendaciones para quienes retomen la práctica del running después de casi dos meses
Los podólogos recomiendan un perímetro de seguridad de 10 metros con otros corredores y no intentar reiniciar la práctica deportiva en el punto en el que se dejó

“Ya en las últimas semanas los podólogos han detectado un aumento de consultas telemáticas sobre lesiones deportivas, como consecuencia de la práctica deportiva doméstica”En el caso de los profesionales o de aquellos aficionados de más nivel, este inicio de actividad, o pretemporada, deberá ser, al menos, de un mes, y con no más de tres días a la semana de entreno, intercalados con días de descanso. Este último es una pieza fundamental para evitar lesiones. Si se ha ganado o perdido peso durante el confinamiento, hay que darse más tiempo. En caso de sobrepeso, se somete a las articulaciones y músculos a una mayor carga. En el caso de haber bajado de peso, es probable que se haya perdido masa muscular, por lo que se debería empezar a correr de manera suave e ir aumentando progresivamente. Además, si existe la posibilidad, es mejor realizar los primeros entrenamientos por superficie de tierra, ya que aporta una mayor amortiguación.
Antes de salir a correr
Las zapatillas deben adecuarse a la persona, al suelo por el que se vaya a correr y a la actividad que se vaya a realizar. Deben atarse bien los cordones para ajustarlas al pie y llevar siempre calcetines. Si hay que comprar unas zapatillas tendrá que ser una compra online, ya que las tiendas siguen cerradas. Pero esto no significa comprar sin asesoramiento. Ante la enorme oferta del catálogo de zapatillas, lo más recomendable es dejarse guiar por un profesional de la Podología. En cualquier caso, buscar consejo experto antes de decidir. Son muchas las variables que intervienen, fundamentalmente el peso del atleta, patologías previas como la pronación o supinación aumentada, la necesidad de llevar en las zapatillas ortesis podológicas o la superficie de entrenamiento. Cuanto mayor sea el peso del deportista o si tiene una patología como la pronación aumentada, mayor estabilidad deben proporcionar las zapatillas y las plantillas. Uno de los objetivos de este periodo inicial será coger el tono apropiado y quemar grasa acumulada por la inactividad. Para lograrlo, después de un calentamiento de unos quince minutos a trote, hay que proceder a entrenar con cambios de ritmo (fartlek ). Esta técnica consiste en aumentar el ritmo de carrera durante un minuto y bajarlo durante tres minutos, al comienzo. Con el tiempo se realizarán cambios más largos: cinco minutos al 70% de la frecuencia cardiaca máxima con una recuperación de dos minutos al 60% de la frecuencia cardiaca máxima, y así durante cinco o seis veces. Uno de los objetivos de estos cambios, aparte de quemar grasa, será fortalecer el sistema cardiaco. Si se siente cualquier tipo de molestia hay que parar. Continuar el ejercicio podría provocar una lesión.Es importante recordar a todos los deportistas que, en cuanto puedan, deben realizar una prueba de esfuerzo. Sirve para determinar cuál es el nivel de esfuerzo físico apropiado para cada persona, para que el entrenamiento sea más productivo y conseguir progresos de forma más rápida y efectiva. Además, permite la detección de arritmias o cardiopatías congénitas o reumáticas y evitar riesgos no deseados en la actividad deportiva. Las pruebas de esfuerzo las puede derivar el médico de cabecera a cardiología o en centros médicos deportivos. Hay que insistir en este aspecto porque cuesta muchas vidas al año. Por otro lado, conviene recordar las buenas prácticas que ya se observaban anteriormente: estiramientos antes y después del entreno, aún más importante en este reinicio y con especial atención a la musculatura posterior de la extremidades inferiores (isquiotibiales y tríceps sural); y una buena hidratación y alimentación, disminuyendo el consumo de azúcares añadidos.
Al volver a casa
Una vez en casa, hay que despojarse del calzado y la ropa en la entrada, desinfectar la suela del calzado con una solución desinfectante, ducharse lavándose cuidadosamente las manos. Si se tiene alguna duda o molestia que persiste tras el reposo, hay que contactar con un profesional de la Podología de confianza. Una vez reiniciada la práctica de ejercicio, hay que mantenerla para así tener un hábito de vida saludable.Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos